Y como se desarrolla un pais donde sus estudiantes recurran a estas malas practicas Dios mio !!!!!!!Lean más abajo. Tomado del Lisntin !*************************************************************************************“Se venden tesis y monográficos, sólo nos das el tema y nosotros hacemos lo demás”, es el letrero de uno de los negocios ubicados en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es que las tesis y monográficos para optar por un título universitario se están vendiendo como pan caliente. Hay que verlo para creerlo. Si un estudiante pregunta algo sobre el particular, le dan precios como si fuese a comprar un paquete de azúcar. Durante un recorrido realizado por LISTIN DIARIO por la zona universitaria, se detectó varios centros que ofrecen este servicio. Los precios oscilan entre 15 y 20 mil pesos, dependiendo de la cantidad de tomos que se impriman. Hasta las dedicatorias se hacen. “Bueno nosotros les hacemos todo, lo que no queremos es que el estudiante se complique. Hacemos tesis y monográficos de carreras como sicología, derecho, comunicación social y muchas de pedagogía”, afirma Reina (nombre ficticio), quien tiene un negocio que se dedica a esto. Lo peor de esta situación es que esto no es un problema sólo de la UASD. A estos lugares acuden también estudiantes de universidades privadas en busca de esos servicios “Ahora mismo le estoy preparando una tesis de sicología a una estudiante de la Universidad Católica” dijo, mientras le preguntábamos como si fuéramos estudiantes que requeríamos de sus servicios. Según informaciones obtenidas, hay directores de departamentos, profesores y hasta asesores que se combinan con estas personas para que “el negocio prospere”. Para el profesor Pablo María Hernández, especialista en el área de la metodología e investigación científica, situaciones como ésta son una verdadera estafa al conocimiento. La venta de tesis y monográficos es un re flejo del deterioro social ¿Cómo un maestro o asesor no se da cuenta cuando un estudiante no hizo un trabajo?, ¿Leen los maestros los trabajos que asignan a sus alumnos?, ¿Por qué los estudiantes no hacen su trabajos y deciden comprarlos?, son interrogantes que surgen inmediatamente te encuentras con negocios que se dedican a hacer tesis y monográficos por encargo.
Pablo María Hernández y Lidia Gómez, maestros de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, coinciden en afirmar que si un estudiante es evaluado correctamente, situaciones como éstas no tendrían cabida.
Esto se logra cuando la formación del profesional está bajo la supervisión de un maestro honesto, éticamente preparado, con las condiciones que amerita.
“El profesor que no evalúa al estudiante no tiene control de los resultados”, afirma Hernández.
Estafa Para Hernández, la venta de tesis y monográficos es una “estafa al conocimiento”, ya que los universitarios, en su mayoría, son jóvenes adultos y adultos y que si a esaa edad aún no han desarrollado una base de sus condiciones éticas, el camino y el futuro que le espera es crítico.
Dice que en los casos de tesis y monográficos, en ocasiones la irresponsabilidad recae específicamente en los asesores, no en los estudiantes, ya que muchas veces se les entrega el trabajo final por un tiempo para que el estudiante se asegure de si lo que ha hecho es correcto o no.
Sin embargo, no lo leen y se examina, pero como no lo leyó no está empapado del tema y prefieren pasarlos.
“Ante esta situación hay que poner un ejemplo, hay que combatir la corrupción.
Esto es un equipo y es fácil de detectar, es fácil de resolver”, dijo.
Señaló que si las universidades están interesadas en encontrar a las personas que están vinculados en este tipo de acciones, lo pueden hacer fácilmente, y clausurar los negocios que se dediquen a esta acción delictiva y llevar a sus dueños a la justicia.
“Si hay un funcionario de la institución involucrado, sea cual sea, cancelarle la licencia profesional, mientras que a los estudiantes que recurran a esta práctica, suspenderles el título o la licencia por unos 10 años”, indicó.
Por otro lado, Birmania Sánchez Camacho, profesora del área de Derecho familiar y Derecho romano de la UASD, dice que la venta de tesis, monográficos, seminarios, prácticas, trabajos, entre otros, no es un solo problema de la UASD y que incluso es más común en algunas entidades privadas.
"En mi caso, yo prefiero poner las prácticas en el aula, es una manera de ahorrarles en la parte económica y por otro lado me aseguro de que ellos mismos son los que están trabajando", afirmó.
Resalta que aunque la ley no puede castigar a las personas que tienen estos tipos de centros, si incurren en un delito moral, el estudiante si puede ser sancionado por la universidad.
Práctica Entiende que la falta de responsabilidad y de valores son los motivos principales que llevan a un estudiante a recurrir a esta práctica.
"Un trabajo final conlleva un trabajo muy arduo, hay que investigar y dedicarle tiempo, entonces ir a un centro donde le hacen todo les resulta más fácil", agrega.
Dice que hay que eliminar el mito de que una tesis no puede ser reprobada.
Si una persona compró el trabajo, en el momento de la evaluación con los jurados, no tendrá el manejo de cómo fue elaborado, y aunque todo esté bien hecho se quemará porque no saber contestar.
Incluso, en una presentación de una tesis, cuando se hace en grupo, todos los estudiantes no pueden obtener la misma nota, es por eso que se le hacen preguntas para saber qué tanto maneja el tema.
Pablo María Hernández, considera que tanto la familia como el maestro, deben orientarlos sobre los valores éticos y morales, a fin de evitar las deformaciones.
"Hay que tener en cuenta que un estudiante universitario va ampliar sus conocimientos, y la responsabilidad que debe tener es de hacerse un profesional útil, para desempeñar su carrera con eficiencia".
Hernández cuenta que en una ocasión mandó a sus estudiantes de pedagogía a hacer un trabajo, cuando se lo entregaron, evaluó de forma oral y de 21 alumnos, sólo cuatro pudieron decir de qué se trataba el trabajo que ellos mismos habían realizado.
FENÓMENO
La maestra Lidia Gómez, con 30 años de experiencia en las aulas universitarias y quien imparte clases de metodología de la investigación, sicología y pedagogía comunitaria, dice que este fenómeno tiene que ver mucho con la moral y la ética.
Explica que el desarrollo y buen funcionamiento de la sociedad depende mucho del capital humano, por lo que si este no esta preparado entonces el Estado se irá deteriorando poco a poco.
Se entiende que cada profesional que se gradúa es insertado a la sociedad como una persona que ha cumplido todos los requisitos para desempeñar un rol profesional, que brindará un servicio y del cual todos los ciudadanos se beneficiarán de una manera u otra.
Gómez explica que el conocimiento académico debe impartirse de la forma correcta, que al sujeto se le enmarque en una serie de actividades y mecanismos de autorregulación, que ellos mismos entiendan la responsabilidad de la calidad humana y de servicios en la que se va a desenvolver una sociedad.
Esto es imposible que se logre en un contexto donde el individuo haya perdido la conciencia de lo que es bueno y lo que es malo en término de sus estudios.
Considera que hay que analizar qué está sucediendo en la sociedad.
